DESCUBRIENDO EL PROPIO SON

CREANDO SOLES nació en respuesta a un sentimiento interno.


lunes, 26 de noviembre de 2012


A LA GRAN MADRE

Hoy he decidido levantarme y morar en tu pecho, para que los pocos miedos que tambalean mi vida, se desvanezcan.
Hoy, soy consciente del resurgir de los días venideros, y partícipe de los grandes cambios internos y externos.
Te honro a ti, y doy las gracias por acunarme en tu morada, darme cobijo y alimento, respetar y cuidar a todos mis hermanos.
Te amo y me siento parte de ti misma cuando me paro a escuchar tus latidos y oír tu voz, cómo un susurro en el aire.
Cuando observo la perfección, belleza, del mundo que me rodea y por un instante miro el atardecer que has creado para todos tus hijos.
En las noches de luna llena, sus carícias despiertan mis ojos de gata, aquellos que ven más allá, capaces de vislumbrar el Espíritu.
Cuando estás cerca, tu dulce canción resuena en mis oídos a través de los árboles y elementales. La melodía se expande dentro del corazón y el sonido del silencio expreso, con aquella voz de sirena que me concediste en el inicio de los tiempos.
Y he aquí, que estoy reconociendo quien soy, a la vez que a tí, entre todos te honramos y despertamos.
Siento la fuerza recuperada día tras día. Ya con el cetro Solar en tu mano derecha y la luz de Amón en tu izquierda, abres las alas doradas que desde la espalda hacia el cielo, atravesando tu alma, abrazan la Nueva Humanidad.
Soy feliz, al verte sonreír de nuevo, con esta mirada que refleja sabiduría interna y templanza. La templanza de la Gran Dama Blanca que aguarda paciente, después de tanto tiempo, un nuevo nacimiento.
Te doy las gracias, Gran Madre, por sostenernos a todos en tu proceso y permitirnos acompañarte, honrarte y celebrar desde nuestro corazón-alma-espíritu Uno, así cómo al principio de los tiempos.
Avanzando a tu lado día tras día, en este nuevo caminar.

Dedicado a Gaia
Laura


COCREANDO LA NUEVA HUMANIDAD

Después de unos meses de movimientos internos y externos de encuentros y sincronizidades, de aprender a escucharnos y sentir aquello que la propia vida nos muestra a cada instante, llega el espacio de calma, reposo y escucha interna antes de los fuertes impulsos que proyectaran la manifestación en la materia, de nuestros nuevos cuerpos de Luz.

Este año, se nos ha pedido cómo humanidad, pasar a la acción, de escuchar y transmitir, a andar y activar, de mantenernos en silencio y transformando desde el interior, ha expresar quienes somos y expandir nuestra esencia, hacia fuera. De fluctuar entre las emociones, a buscar el temple; de andar cada uno su camino a unirnos para empezar a co-crear uno común, con un propósito que trasciende aquellas pequeñas diferencias que nos separan. 

Cuando este nuevo movimiento ya esta en marcha, el fluir  marca los nuevos pasos, y todo este gran engranaje ya nos moviliza a todos, llega el momento de crear. 

El potencial de los seres humanos es infinito cuando nos permitimos Ser, y somos nosotros mismos los únicos que podemos elegir activar nuestros dones o frenarnos. Todos tenemos las mismas posibilidades y nacemos con la capacidad de poder potenciar todas nuestras virtudes.

Entre todos estamos empezando a construir el nuevo mundo, durante este tiempo hemos estado asentando las bases sólidas y pilares para los cambios de los próximos años.

Manifestamos en la materia el susurro de los sueños, recuperando los secretos que durante siglos fueron guardados. Ahora es el instante, tenemos las herramientas en nuestras manos y la información ha llegado. 

El parto planetario es el movimiento de Gaia cuando se alinea con la vibración de su nuevo cuerpo,  del sistema solar y el impulso que llega desde el septimo Sol, es el sonido del reequilibrio interno en cada uno de nosotros cuando nos sostenemos arraigados en la tierra y  conectados con el cielo. La activación de nuestros cuerpos electromagnéticos. Es la manifestación física de nuestras ideas y proyectos. 

Es la expresión en la materia de la harmonía del universo, tocando una sinfonía distinta, una canción infinita que reina alrededor de los mundos y envuelve todo el cosmos, sin cesar, marcando el ritmo de las pulsaciones de las estrellas.

Y cómo seres humanos, hemos elegido y tenemos el gran privilegio de ser participes de este gran instante. 

Así, siendo ancestros de regreso en el presente, nos volvemos a encontrar, para cumplir con el Plan del inicio, en el Tiempo sin Tiempo. 

Honrando la humanidad, honrando la tierra.