LA
PLUMA, EJE DEL SONIDO
Todo este artículo, empezó con un dibujo, y para poder comprenderlo, tire y tire del hilo,
hasta encontrar respuestas, en esta búsqueda me tope con distintas expresiones,
que provenían de muchas culturas y personas, y todas decían lo mismo:
Mahoma: “la
tinta del erudito, es mas santa que la sangre del mártir”
Eurípides: “la
lengua es mas poderosa que la espada”
William Shakespeare: “muchos que llevan estoque, temen a las plumas del Ganso”
Thomas Jefferson, el 19 de junio de 1792,
envió una carta a Thomas Paine donde decía: “Continúa haciendo con tu pluma lo que en otros
tiempos se hacía con la espada”
Napoleón Bonaparte
(1769-1821), dijo: “Cuatro periódicos hostiles son más de temer que mil
bayonetas”.
El Libro de Mormón, publicado en 1830 por
Joseph Smith, Jr, incluye este texto: “la palabra tenía una mayor tendencia a
llevar la gente a hacer lo que era justo, sí, tuvo un efecto más potente en la
mente del pueblo que la espada”.
En muchos textos antiguos y algunos más
recientes, se habla del poder de la pluma frente a la espada.
Bajo mi comprensión, la pluma es el símbolo de
la espada una vez trascendida.
La pluma, entendida como la expresión del
verbo sagrado, la palabra hecha acción. Expresar la Verdad del Corazón, cuando
se comunica desde el punto equilibrio. Proclamando el Amor universal, en su
estado mas puro.
El sonido, no son solo los cantos, la escuha
o la comprensión. También representa la comunicación con nuestros hermanos, el
habla, la palabra y la expresión en si.
Y buscando la simbología de la pluma, todo
encajó:
MA'AT I LA PLUMA DE LA VERDAD
“Yo haré circular la verdad-justicia en la
barca celeste de mi vida, estableciendo las jerarquías divinas en mi corazón,
para millones de años, yo triunfare en medio de ellas”
Diosa de la justicia, la verdad,
el orden, EL EQUILIBRIO Y LA HARMONIA tanto cósmico como político y social. Es
una diosa fundamental en el gobernar de los faraones como suprema guardiana del
orden universal.
Protectora de los jueces, que eran sus seguidores.
El jeroglífico que
la representa es una pluma de avestruz, vertical, en perfecto equilibrio.
Este símbolo aparece en la representación del Juicio de Osiris,
el momento en que se pesaba en una balanza de dos platos el Ib (conciencia)
del difunto, en uno se depositaba el corazón del difunto (símbolo de su
conciencia) y en el otro aparecía el jeroglífico Maat o la pluma de la verdad (símbolo de la armonía y
justicia universal). Si aquel pesaba igual que el segundo, el fallecido lograba
su estancia eterna en el Más Allá. Si no, Ammyt lo devoraba.
También se la conoce como Mayet.
La Sala de las Dos Verdades, donde esto ocurría,
fue llamada así por las frecuentes apariciones de Maat como dos diosas
idénticas. En un pasaje de los Textos de los
Sarcófagos, donde el demiurgo cuenta lo que pasó antes de la creación, el océano
primordial le dijo:
"Respira a tu hija Maat y acércala a tu
nariz para que tu corazón viva";
En este sentido, Maat es casi consustancial al
aire, es la Norma que regirá la regularidad de los fenómenos cósmicos, las
reglas sociales y el respeto que se les debe.
Servía de guía del dios Solar Ra, de quien es
considerada hija, en su camino por el cielo; iba detrás de su padre en la barca
que le llevaba cada noche hasta el mundo subterráneo.
Posteriormente se la hizo esposa de Ra y a partir
de la XVIII Dinastia, la pareja real pasa a compararse con Ra y Ma’at, cuya
unión es la garantía del funcionamiento justo del mundo.
Representada como mujer de pie o sentada sobre
sus talones, con una gran pluma de avestruz en la cabeza, el cetro en una mano y
el anj en la otra; en algunas ocasiones aparece con un par de alas junto a sus
brazos."
Mi
profesor de canto, nos decía que para imaginarnos nuestro eje, colocáramos un
palo de escoba, detrás de la espalda y nos pusiéramos bien rectos.
Nuestro
eje es la columna vertebral, y cuando estamos en equilibrio, nos sostiene bien
firmes y enraizados a la tierra, dispuestos a elevar el sonido hacia la cúpula
de la cabeza.
Vamos
a colocar una pluma, en nuestra columna vertebral. La pluma tiene la cualidad de
percibir lo sutil, expandir el aire y mantener el eje en cualquier circunstancia
ya que fluye, es moldeable, y se adapta
fácilmente.
Uniéndonos
y fundiendo la pluma, convirtiéndola en eje central del cuerpo, adquirimos las
mismas aptitudes que identifican a Ma’at. Siempre que la balanza del equilibrio
interno se mantenga en el punto 0.
Así
Voluntad, Equilibrio, Harmonía y Justicia, van de nuestra mano, allí donde
nuestra conciencia reina.
La
pluma nos concede la posibilidad de abrir las alas del corazón y alzar el
vuelo.
Para
abrir el diafragma y expresar desde el corazón; proyectar el sonido hacia
afuera, precisamos del impulso de la pluma que desde nuestra raíz, mueve el
aire hacia arriba, y lo expande.
¿Te
atreves a alzar el vuelo?
Este
es el dibujo que me enseño el eje de equilibrio, y la
expresión del canto, luz del alma, expandiendo para el mundo.
Esto es lo que escribí, acompañando el dibujo:
A ti que hablas en el día y cuentas
historias olvidadas, para que tus hijos y doncellas vuelvan al sendero de
Kepra, preservando el camino de sus vidas.
A ti quien oficias el alba y recorres los
mundos internos, mostrando la luz del espíritu en cada Ser.
Tú que cantas la melodía del mundo y
acunas las almas perdidas, abrazando a través del umbral de la existencia; el
anillo en espiral que se eleva hacia el cielo.
Creando la percepción amplificada del
todo, nos enseñas la simplicidad de lo oculto y sencillo.
Cuando escondes el calor del día, y Nut
alza el manto estelar, los susurros de lo aprendido despiertan. Se organiza la sabiduría
interior, aprovechando el reposo del cuerpo.
Y con voz sutil canta la luna su canción,
abriendo las páginas de la historia interminable que relata el origen de toda
la creación.
Cómo chispas de estrellas en la Vía Láctea,
las palabras circulan en el rio de la vida, acercándose en los sueños, más
claros, más conscientes.
Y ya vuelve a empezar el ciclo, en un
instante, el Sol naciente, revela la claridad dormida, abre la luz de tus ojos,
canta a la virtud de un nuevo día.